La dureza en la arena política, que ha llegado a su cota más alta en lo que va de corta legislatura esta semana, pone de manifiesto que los partidos han entrado ya en una precampaña electoral que, a todas luces, se va a mantener hasta la celebración de las elecciones generales. Hasta que estas lleguen, adelantadas o no, los partidos medirán fuerzas en los comicios andaluces, a la vuelta de la esquina el 2 de diciembre, y en el superdomingo electoral del próximo 29 de mayo con elecciones municipales, autonómicas y europeas.
La novedad del CIS mensual, obra del socialista José Luis Tezanos y que está generando una gran polémica por sus nuevos métodos demoscópicos, añade intensidad al debate político ya que el examen a los partidos y a los líderes políticos es constante. El último sondeo de este jueves arrojó novedades: Ciudadanos 'sorpasa' al PP como segunda fuerza en intención de voto, mientras que los socialistas siguen siendo la opción favorita de los españoles, aumentando su ventaja en cabeza.
Todo ello, en un contexto en el que crece también de forma importante la inquietud por los políticos que los encuestados plantean como tercer problema, con un 91% que piensa que en España hay mucha o bastante crispación, de la que además culpa principalmente a dos polos opuestos: el PP y los partidos independentistas.
Precisamente la crispación se ha convertido esta semana en la protagonista en el ámbito político. La jornada parlamentaria del pasado miércoles en el Congreso de los Diputados abrió la veda a un tono más que bronco y mitinero que, lejos de rebajar, los partidos han intensificado los días posteriores, bien sea en rueda de prensa, en desayunos informativos, en conferencia o en presentaciones de libros. Cualquier foro o plataforma es buena para lanzar ataques con Cataluña, los "golpes de estado", la rebelión y las acusaciones de "presiones" a la justicia en el punto de mira.
En este inicio de 'guerra' electoral cada uno quiere dejar claro dónde está ideológicamente, qué posición ocupa en los temas principales y con quién no quiere ni sentarse a hablar, marcando por dónde pueden ir las coaliciones futuras.
Sánchez y Casado, una relación más que difícil
De momento, los que ya no se van a sentar a hablar son el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el principal líder de la oposición, Pablo Casado. El Gobierno anunciaba este miércoles, en una decisión inédita, que rompía relaciones con el presidente del PP después de que éste lanzara al jefe del Ejecutivo la acusación de ser "responsable" y "partícipe" del "golpe de Estado que se está perpetrando en España" en relación al 'procés' de Cataluña. "Si mantiene esas acusaciones, no tenemos nada que hablar", espetó Sánchez a un Casado jaleado por su 'bancada'.
La relación ya estaba tocada. Los dos se reunieron el pasado 3 de agosto en un encuentro en La Moncloa- el único hasta la fecha- que terminó sin acuerdo alguno, ni siquiera en asuntos de Estado. Sánchez llevaba entonces dos meses como presidente y Casado, sólo días como líder del PP.
Los 'populares' han dedicado estos meses 'halagos' al presidente al que ven "arrodillado" al independentismo y al que definen como "débil" y "buenista". Ante el anuncio de ruptura, Casado dice: "Que rompa con los golpistas y encarcelados". Y añadió este mismo viernes que Sánchez "ha roto con la Constitución".
El Gobierno, por su parte, acusa al PP de "deslealtad" constante, incluso en los asuntos de Estado. Ven a Casado cada vez más "radicalizado" y más "derechizado". La portavoz, Isabel Celaá, reclama a toda la oposición, pero en especial al PP, "moderación" en el tono y evitar el "insulto".
Pero la guerra no es solo a dos bandas, los partidos independentistas cargan contra el Gobierno, al que piden que inste a la Fiscalía a cambiar las acusaciones a los políticos presos, y también contra el PP. El portavoz de ERC, Joan Tardà, lanzó a un Casado, que se indignaba con la acusación: "Si pudiera, nos fusilaría".
Y en este clima, siguen las negociaciones sobre los Presupuestos...
En este clima tan poco relajado siguen las negociaciones para sacar adelante los Presupuestos. En este punto, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, ofrece un balón de oxígeno a Sánchez. La relación personal entre ambos es manifiestamente mejor y la de ambos partidos, mucho más fluida, algo que reconocen y agradecen ambas formaciones. Muy lejos ha quedado ya la "cal viva" que lanzó Iglesias a Sánchez.
PSOE y Podemos han alcanzado un principio de acuerdo sobre Presupuestos y la formación morada ve "en buen camino" la negociación final. No pierden ocasión, en clave electoral, de vender como logros propios todos los acuerdos y medidas de carácter social que se incluyen en el borrador. Iglesias ha incluido en su argumentario el concepto 'cogobernar' en la línea que plantea: "En España ya no habrá más gobiernos monocolores".
El propio Iglesias está hablando con los partidos independentistas para arrancar su apoyo a los Presupuestos, aunque el Ejecutivo deja claro que "en nombre del Gobierno solo negocia el Gobierno".
...en medio del 'procés'
PDeCAT y ERC relacionan casi cualquier asunto con el 'procés' y se niegan a sentarse a hablar si el Gobierno no "mueve ficha", esto es, insta a la Fiscalía a descartar el delito de rebelión en un juicio del que depende toda la política catalana y, por tanto, parte de la española.
El Gobierno insiste en la independencia de la Justicia y niega intervención alguna por su parte, pero deja caer que para que se dé delito de rebelión "se requiere unos instrumentos de fuerza coercitivos importantes ligados con las armas".
Casado califica esto de "vergonzante" y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, ha llegado a pedir a Sánchez que "saque sus zarpas de la Justicia".
Andalucía, primer asalto electoral
Quedan algo más de quince días para que arranque la campaña electoral de Andalucía, por lo que parece improbable que las fuerzas políticas rebajen el tono. Todos se la juegan allí.Es un terreno complicado donde no ha gobernando nadie que no sea el PSOE y que se utilizará como escenario de pruebas para las contiendas que vienen, que son muchas y variadas.
Se da, además, la circustancia de que todos los candidatos electorales andaluces, menos el de Ciudadanos, Juan Marín, han tenido roces y diferencias, más o menos importantes, con sus líderes nacionales.
El desencuentro más notorio, el de Pedro Sánchez y Susana Díaz, aunque ahora viven una especie de idilio electoral. Pablo Casado y el candidato del PP, Juan Manuel Moreno, ahoran posan juntos pero él fue uno de los mayores apoyos de la exvicepresidenta Soraya Sáenz se Santamaría en la guerra 'popular'; y no pocos han sido los encontronazos entre Iglesias y la candidata de Ahora Andalucía (Podemos e IU), Teresa Rodríguez, que se ha enfrentado al líder 'morado', que llevó a una afín a las primarias andaluzas.- rtve.es- MARÍA MENÉNDEZ...