La vida en este planeta llamado tierra es muy corta, a veces efímera.
Desde nuestro nacimiento hasta la muerte siempre estamos aprendiendo, examinando, experimentando quizás nuevas vivencias, sensaciones.
Si tenemos la oportunidad de viajar a cualquier Nación, nos damos cuenta que es muy cierto eso que dicen "el mundo es ancho y ajeno", o "paren el mundo que me quiero bajar".
Así es, después de tanto tiempo surgió un virus exportado por los chinos que puso el mundo al revés.
En cualquier país de América, Europa, Asia o África, la situación es similar: estamos atrapados sin salida por ahora, con el Covid-19 o Coronavirus.
Los mandatarios decretaron cuarentena, sacaron cuentas porque las economías se cayeron, las bolsas se desplomaron.
Los desempleados son miles, negocios de toda una vida dejaron de existir.
Gente contagiada, hasta la fecha más de 600 mil muertos en todo el mundo. Suicidios, desesperación y...muchas cosas más.
Lo único bueno es que los mejores científicos de diversas naciones ya han adelantado investigaciones y pruebas para erradicar el virus.
Algunos se atreven a decir "si todo resulta bien y las pruebas lo demuestran, tendremos una vacuna posiblemente a finales de este año".
Lo que sí es muy cierto es que esta experiencia nos ha dado varias lecciones: aprendimos a estar solos, a disfrutar de esa soledad, a ser más humanos, más humildes, a colaborar más con nuestro prójimo.
Aprendimos a agradecerle a D's por todo lo que nos da o lo que no nos da.
Agradezco a D's por todo lo que me enseñado, por bendecir y proteger a mis familiares y amigos y le ruego porque conceda la paz a todas las naciones sometidas por las tiranías.
Debemos tener Fe y Esperanzas...
Regina Mizrahi.
29-7-2020.
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