Aumento salarial de Maduro avivará las llamas de la hiperinflación en Venezuela
El aumento del 150 por ciento del salario mínimo anunciado por el régimen de Nicolás Maduro solo vierte más gasolina a las llamas de la hiperinflación, dijeron el viernes economistas venezolanos.
El nuevo incremento, que se produce apenas tres meses después que el régimen implementara un aumento de salario de más del 3,000 por ciento, significa que Venezuela está entrando en una nueva etapa de indexación de los salarios a la tasa de inflación, fenómeno que suele acelerar vertiginosamente el ritmo de la espiral hiperinflacionaria.
Los economistas vaticinaron que la velocidad en el incremento de los precios pronto llevará al régimen a anunciar aumentos salariales cada tres o cuatro semanas.
Pero el impacto inmediato es un salto de la inflación, ante un nuevo incremento de la liquidez monetaria.
“Esto lo que trae al final es solo más inflación, dándole más fuerza a una aceleración que comenzamos a notar en noviembre. Esto lo que va a hacer es agregarle más leña al fuego en diciembre”, comentó desde Nueva York Francisco Ibarra, director de la firma Econométrica.
“Diciembre, con todo esto, va a terminar siendo un mes muy, pero muy inflacionario”, sentenció.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ya había pronosticado que Venezuela cerraría el 2018 con una tasa anual de inflación de más de un millón por ciento.
Maduro, quien atribuye los males económicos de Venezuela a lo que ha bautizado como una guerra económica promovida por el gobierno estadounidense, anunció el jueves por la noche el incremento salarial como un nuevo intento por disminuir la tristeza de la población en la venidera temporada navideña.
Además del incremento, que elevó el salario mínimo desde 1,800 bolívares ($3.53 al tipo de cambio paralelo) a 4,500 bolívares ($8.82) por mes, Maduro anunció una serie de bonos y beneficios que estarían disponibles a las personas afiliadas del chavismo y que se benefician de los programas sociales disponibles a través del denominado Carnet de la Patria.
El aumento es el duodécimo en los últimos 23 meses. En 2017 los aumentos fueron de 50 por ciento en enero, 60 por ciento en mayo, 50 por ciento en julio, 40 por ciento en septiembre, 30 por ciento en noviembre y 40 por ciento en diciembre.
En 2018, el incremento fue de 40 por ciento en enero, otro 58 por ciento en marzo, 155 por ciento en mayo, 103 por ciento en junio y 3,000 por ciento en septiembre.
El economista y diputado opositor José Guerra dijo que el incremento salarial generará grandes presiones sobre las cuentas del Estado, dado a que los salarios de los más de dos millones de empleados público acaban de subir 2.5 veces, al igual que los cuatro millones de jubilados y pensionados.
“Eso va a requerir de un esfuerzo fiscal en momentos en que disminuyen las exportaciones de petróleo y los ingresos tributarios internos, producto esto de la depresión económica y la hiperinflación”, advirtió el economista.
“Ello quiere decir que el dinero saldrá de la máquina de imprimir dinero sin respaldo instalada en el Banco Central, con lo cual, con toda seguridad, las tensiones inflacionarias se potenciarán (…) con este aumento, el salario mínimo se convierte en un mínimo salario”, agregó.
El economista Alexander Guerrero señaló que Venezuela está entrando en la última etapa de la centrífuga hiperinflacionaria, donde los salarios deben ser incrementados casi a la par con el ascenso del índice de precios al consumidor, lo que lleva a la tasa a cobrar cada vez más y más rapidez.
“Maduro hace esto como para hacerle sentir a la gente que tiene ahora más dinero en sus bolsillos, pero esto obviamente lleva a los precios de los productos a subir de inmediato”, dijo Guerrero desde Atlanta.
“Lo que parece desconocer Maduro es que todo evento económico suele ser anticipado o corregido de inmediato” por las fuerzas del mercado, señaló.
Eso no lo podría evitar el régimen incluso cuando Maduro anunció que congelará los precios de los productos, en un intento por detener la inflación a través de órdenes ejecutivas.
Los economistas dijeron que esa medida, incluso si se lograra imponer a través amenazas de cárcel a los empresarios, lo único que lograría sería que los productos terminaran de desaparecer totalmente de los estantes de los supermercados y acelerar aún más el aumento de los precios en el mercado negro, dado que, además de la inflación, éstos reflejarían el mayor riesgo de operar fuera de la ley.- El nuevo Herald...
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