La final de la Copa Libertadores se jugará en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid. Es el acuerdo al que han llegado la Conmebol y la RFEF, y a la que ha dado el visto bueno el Gobierno español. El partido se disputaría el domingo 9 de diciembre a las 20:30h (16:30 horas en Argentina).
La petición fue trasladada por representantes de la Conmebol a representantes del Gobierno español y del Real Madrid durante una reunión mantenida este jueves en la sede de Delegación del Gobierno de Madrid y fue anunciada oficialmente a última hora del día por el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez.
"Madrid es la ciudad con más población argentina del mundo que no sea Argentina. Es la décima ciudad más segura del mundo. Es el aeropuerto con mayor conectividad de aeropuertos. Y es una ciudad con tradición de fútbol. Espero que todos los que vayan sea para alentar. A todos los buenos y a los que amamos el fútbol, sigamos luchando juntos. La pelota no se va a manchar, bajo mi mandato, va a rodar", expresó Domínguez.
El presidente de la Conmebol citó a Gianni Infantino, presidente de la FIFA, y Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, como autores clave del acuerdo, y agradeció la disposición del presidente español, Pedro Sánchez, y de Florentino Pérez, presidente del Real Madrid.
Antes de la oficialización del partido, el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dió el visto bueno y confirmó que España está dispuesta a organizar la final.
Mientras tanto, y tras horas de deliberación, el Tribunal Disciplinario de la Conmebol desestimó el recurso de Boca, que pidió que el partido no se jugara después de que sus jugadores sufrieran los altercados previos al partido de vuelta, y sancionó a River Plate con dos partidos a puerta cerrada a partir del 2019 y el pago de una multa de 400.000 dólares.
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