Repsol obtuvo un beneficio neto de 2.341 millones de euros en 2018, lo que supone un incremento del 10% respecto al alcanzado el ejercicio anterior y sus mayores ganancias en los últimos ocho años, según ha informado la petrolera.
El beneficio neto ajustado, que mide específicamente la marcha de los negocios de la compañía, creció también un 10%, hasta alcanzar los 2.352 millones de euros, mientras que el resultado bruto de explotación (Ebitda) fue un 12% superior y se situó en 7.513 millones de euros.
El modelo de negocio integrado de la compañía le permitió obtener un mayor aprovechamiento de la mejora de los precios del petróleo, que, en el caso del Brent (en torno a los 71 dólares por barril), fueron un 32% superiores a los de 2017, aunque alejados de sus máximos históricos. Por su parte, el gas de referencia, Henry Hub, mantuvo una cotización media similar al eje.
Mejora la producción
El negocio de upstream (exploración y producción) del grupo presidido por Antonio Brufau duplicó su resultado, con 1.325 millones de euros, impulsado por las medidas de eficiencia implantadas, los mayores volúmenes y la mejora relativa de los precios internacionales.
La producción de hidrocarburos (gas y petróleo) se incrementó un 3%, hasta los 715.000 barriles equivalentes de petróleo al día, apoyada por los nuevos volúmenes obtenidos tras la puesta en marcha de proyectos en Argelia, Trinidad y Tobago, Reino Unido, Malasia y Perú, por la conexión de nuevos pozos en Marcellus (EE.UU.) y por la compra de Visund, en Noruega.
Las inversiones en upstream del grupo durante 2018 ascendieron a 1.973 millones de euros, de los que un 70% correspondieron al desarrollo de proyectos y un 21%, a la exploración de hidrocarburos.
Inversión en las refinerías
Por su parte, el resultado del negocio downstream (refino, química, marketing, lubricantes, GLP, trading y gas, y Repsol electricidad y gas) alcanzó los 1.583 millones de euros, frente a los 1.877 millones del ejercicio anterior, con un mejor comportamiento de las áreas de mercadotecnia, GLP, y trading y gas.
El refino se vio afectado por un peor entorno internacional, al que se sumó la debilidad del dólar frente al euro. Además, también influyeron en su resultado las paradas de mantenimiento y mejora de los complejos industriales de Puertollano, Tarragona y Sines en Portugal. El indicador de margen de refino de la petrolera se situó en 6,7 dólares por barril, similar al de 2017.
La compañía dirigida por Josu Jon Imaz realizó durante el año inversiones por valor de 1.831 millones de euros en el área de downstream, frente a los 805 millones de 2017.
El buen comportamiento de los negocios, unido a la venta de la participación del 20% que tenía en Naturgy, ha permitido al grupo reducir en un 45% su deuda hasta los 3.439 millones de euros, frente a los 6.267 millones registrados al finalizar el año 2017. A finales del pasado mes de diciembre, la liquidez ascendía a 8.742 millones.
Nuevos negocios
Asimismo, tras haber cumplido con dos años de antelación con los objetivos del Plan 2016-2020, Repsol actualizó en junio su estrategia, basándose en tres pilares: remuneración creciente al accionista, crecimiento rentable del upstream y del downstream, y desarrollo de nuevos negocios vinculados a la transición energética.
Dentro de esta estrategia, el grupo cerró en noviembre la compra de los negocios no regulados de generación de electricidad de bajas emisiones de Viesgo y su comercializadora de luz y gas, que contaba con 750.000 clientes. Esta operación le permitió alcanzar una capacidad total instalada de 2.952 MW -2.352 MW procedentes de esta operación, más 600 MW de sus plantas de cogeneración-.
También adquirió el año pasado el proyecto fotovoltaico Valdesolar, que contempla unas instalaciones con capacidad de generación de 264 MW en Valdecaballeros (Badajoz), con lo que alcanzará más del 70% de su objetivo estratégico de capacidad de generación baja en emisiones, fijado para 2025 en 4.500 MW. Además, en octubre se acordó la financiación para la construcción de uno de los mayores parques eólicos flotantes del mundo, que se instalará en la costa de Portugal y dispondrá de una capacidad instalada de 25 MW.
En lo que respecta al dividendo, incrementó la retribución a sus accionistas un 15%, hasta situarla en 0,9 euros por acción. Además, ejecutó una reducción de capital social mediante la amortización de acciones propias, por un volumen equivalente a las acciones emitidas durante el ejercicio 2018 con motivo de los scrip dividends, lo que representa un aumento adicional del beneficio por acción.
La petrolera prevé incrementar el dividendo hasta situarlo en un euro por acción en 2020, y una recompra total de las acciones emitidas en el programa Repsol Dividendo Flexible..-rtve.es..-Agencias...
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