El Fiscal General de Venezuela, Tarek William Saab, ha confirmado a última hora de este miércoles que al menos 68 personas han fallecido en un "presunto incendio" causado durante un motín que había estallado de madrugada en una comisaría de Policía de la ciudad de Valencia, en el estado de Carabobo, en el norte del país, donde se hacinaban decenas de detenidos.
La ONG Una ventana sobre la libertad, que denuncia la situación de los presos en Venezuela, había asegurado horas antes que la cifra de muertos era de 78, entre los que habría mujeres y niños.
La misma organización no gubernamental ha explicado a la agencia France Presse que el motín comenzó por un intento de fuga, cuando varios detenidos prendieron fuego a unos colchones y le arrebataron el arma a uno de los guardianes.
Según han denunciado a Efe familiares de los internos en los alrededores de la comisaría de policía, algunos fallecidos perecieron quemados y otros por asfixia.
Pese a que la ley venezolana limita a 48 horas el plazo máximo de detención en este tipo de centros policiales, el exceso de reclusos en las cárceles del país está obligando a las fuerzas de seguridad a utilizar las comisarias como centros de detención de larga duración.
La Fiscalía promete que esclarecerá lo ocurrido
El fiscal general ha confirmado en su cuenta de Twitter que, tras las "indagaciones preliminares", 66 de los muertos son hombres y hay dos mujeres fallecidas "que se encontraban en calidad de visitantes (pernocta)".
Además, ha asegurado que se aclarará lo sucedido, para lo que se ha designado a 4 fiscales.
"El @MinpublicoVE garantiza que profundizaremos las investigaciones para esclarecer de forma inmediata estos dolorosos acontecimientos que ha enlutado a decenas de familias venezolan@s. Así como establecer las responsabilidades a que haya lugar", ha asegurado Saab en otro mensaje.
Enfrentamientos entre familiares y Policía
Después del siniestro, y ante la falta de información sobre lo ocurrido, varias decenas de personas se han concentrado frente a la comisaría para tratar de saber dónde estaban sus familiares, una situación que se ha tornado violenta y ha terminado con el lanzamiento de gases lacrimógenos por parte de la veintena de agentes de Policía que protegían la comisaría.
"No nos han dicho nada. Pido que [las fuerzas del orden] no los traten como perros, que no les lancen gasolina. Les lanzaban plomo [disparaban] para adentro como si ellos fueran perros", ha dicho Lissette Mendoza, madre de Yorman Salazar, de 19 años, uno de los recluidos en el centro de detención.
"Él está detenido por robo, pero no por eso pueden quitarle la vida como si fuera un perro", ha añadido esta trabajadora del hogar, de 35 años, sobre los hechos.
Más tarde, la Gobernación del estado de Carabobo ha expresado en una nota de prensa su solidaridad a los familiares de las víctimas fatales y ha asegurado que dará apoyo "con los servicios funerarios y posterior sepultura de los reclusos fallecidos".-rtve.es-Agencias...
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