Todos aprendemos algo nuevo cada día, unos más, otros menos, algunos nada. La vida, a medida que transcurren los años nos enseña cosas nuevas acerca de la gente, a veces suceden hechos inimaginables, como por ejemplo, uno se imagina que una amistad de tiempo indefinido, en un momento de necesidad te va a ayudar. Resulta que no es así, surge alguien a quien trataste poco, te ofrece su colaboración incondicional.
Eso me sucedió personalmente años atrás, fue para mí emocionante. Hice amistad con esa persona, pero parece que a la gente buen, Dios la llama y se va. Me dolió, pero se fue. Me dejó un ejemplo grande.
En ocasiones ocurre que le das tu amistad incondicional a alguien, esa persona no la aprecia, con el correr del tiempo, comienza a abusar, exigir y creer que lo que tú haces con la mejor voluntad no está bien.
Gracias a Dios mis padres, mi familia, somos distintos, sabemos agradecer un favor, una acción de buena voluntad.
Sí, me refiero a muchas de las personas que viven en Israel, no todas, se creen con derechos, pero no tienen deberes y ni hablar de modales o educación. Los más ignorantes piensan que lo que dicen es así y punto.
Muchos no saben decir gracias, por favor o saludar, la verdad es que son patanes !!!!
También hay quienes son educados, han estudiado, saben perfectamente bien como tratar a alguien, atenderlo, hacerlo sentir bien, cómodo.
Existen otras personas en este pequeño país, que se dedican a averiguarle la vida a los demás, a criticar, hombres y mujeres. hablan todo el día por el celular, fuman, toman café y cuando el tema de conversación es dinero o comida, están pendientes.
Con los años que llevo aquí, he recibido un sin fin de lecciones, demostraciones de cariño, a veces la mirada rara por ser de Venezuela, con costumbres diferentes. Fue difícil acostumbrarse a la comida, a la música, las costumbres y formas de pensar.
El pueblo de Israel es fuerte, así debemos ser !!!! Llorar no es usual, generalmente no hay tiempo para eso. Para poder defendernos tenemos que trabajar, atender nuestros hogares, a nosotros mismos. Algunos vivimos cerca, pero por las ocupaciones, el, ritmo de vida, no hay tiempo ni siquiera para tomarse un café.
Así es la vida y...algo más
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