Luis Vicente León, economista y analista político venezolano, para su segmento exclusivo de preguntas y respuestas en Venepress: LVLONline, confirmó que el dólar está perdiendo su capacidad de compra. Es decir, ahora, solo se puede comprar, con 100 dólares, el 30% de lo que se compraba en enero de 2018.
“Esto es lo que pasa cuando se ancla el tipo de cambio pero aumenta el precio de la moneda local (abruptamente)”, explicó.
En ese sentido, reveló que, en la actualidad y debido a la coyuntura venezolana que se ha venido presentando en los últimos meses, los venezolanos ya no se pueden estratificar en las categorías socio-económicas tradicionales; pues ahora hay que tomar en cuenta su disponibilidad de acceder a las divisas. A cualquiera de ellas.
Por ello, detalló cuáles son las nuevas clasificaciones:
El sector “burbuja”: Se trata de esa parte de la población que tiene una gran acceso a las divisas; pero más allá de usarlas para comprar lo básico para vivir, también son capaces de darse sus lujos y adquirir los mejores y más costosos bienes.
En segundo lugar, se encuentra esa parte de la población que tiene un acceso limitado a las divisas. En otras palabras, pueden comprar los bienes necesarios, pero los de lujo están fuera de su alcance. Es esa parte de los venezolanos que utilizan las remesas enviadas desde el exterior, o devengadas en Venezuela, para vivir al día.
Por último, está ese sector que es dependiente de los bonos y beneficios estatales. Es un fragmento de la ciudadanía que no tiene empleos ni subsidios en remesas. Se trata de la población en condiciones críticas. “Es la nueva masa que está saliendo por frontera y que se ha convertido en un problema relevante (para la región)”.
En ese sentido, detalló los números de la estratificación: Del 35% al 40% de la población tiene acceso a divisas en Venezuela.
“Estamos de seis a 10 puntos porcentuales de lo que teníamos en 2018. (El porcentaje) aumentó porque hay más personas recibiendo remesas. Ese crecimiento dramático de divisas aumenta el grupo de personas con acceso a moneda extranjera”.
Del mismo modo, se ha incrementado la cantidad de venezolanos que reciben o cobran en dólares; ya sea por vender por Internet, hacer operaciones en criptomonedas, ofrecer servicios en la red, etc.
Destacó que parte de esa población tiene una “burbujita que realmente tiene dinero”.
“Es un dualismo estremecedor porque es ese venezolano que puede estar minando productos en El Guaire; y por otro lado, está aquel que está buscando una mantequilla de maní, o productos importados, que lo busca, lo compra que lo trae en un puerta a puerta, o que lo compra en un bodegón, o incluso en comercios y panaderías que se han convertido en vendedores de delicateses”.
Asimismo, reiteró que, evidentemente, “con un salario mínimo no se puede vivir”; pero, esa población que solo cuenta con él y que no tiene acceso a divisas pero sí a los subsidios y transferencias del Estado es del 56%.
Destacó que cuándo la gente se pregunta cómo hacen aquellas personas que solo se mantienen con un salario mínimo, a lo que resaltó el hecho de que existen las cajas CLAP.
“La caja CLAP cuesta 6.200 bolívares, que es lo que cobra el Gobierno a la población; pero, el valor es de casi 200.000 bolívares. Es decir que el subsidio es de casi 190.000 bolívares de una caja. Cuesta 25 dólares. Es decir, tres o cuatro veces más que el salario mínimo. A eso súmale que el 60% de la población recibe bonos (obtenidos) con el carnet de la patria. Por lo que su salario es muy superior al salario mínimo”.
En otro tema, aseguró que el dólar está estancado “porque el Gobierno estableció un encaje del 100%”, lo que pulverizó el crédito bancario y la liquidez; esto quiere decir que “no hay bolívares para comprar dólares”. Entonces, el costo de reposición de todo se vuelve mucho más cuesta arriba.
Por ello, recomendó lo siguiente:
Si quieres tener un costo de reposición de tus negocios, aumenta tus precios en bolívares y así evitas descapitalizarte en el tiempo. León hizo énfasis en hacerlo en bolívares porque “el consumidor venezolano no está preparado para ver precios mayores en dólares, porque piensa que lo están robando”. “O vendes en dólares, aumentando el precio en dólares; o tienes que fijar tus precios en bolívares e irlos incrementando al ritmo de la inflación”.
Subrayó que, ahorita, gran parte de los venezolanos no tiene cómo ahorrar en dólares; pero que, el mejor consejo es “subsistir hasta que se produzcan los cambios políticos y económicos” que necesita Venezuela.
“Hay cambios, sin duda, en el futuro; pero, no son necesariamente los que la gente espera. Pueden haber muchos escenarios de cambio: Cambios negociados con el chavismo y oposición. Control total del sector militar, que negocien un nuevo proceso de apertura y elecciones competitivas. Todavía no sabemos cómo se dibuja, pero yo creo que ese cambio viene. Lo importante es que sobrevivas mientras tanto”.
Por otra parte, resaltó el hecho de que los dólares están, sumamente, económicos pero no hay bolívares para comprarlos porque el Gobieno “los recogió todos”. Por ello, explicó que el dólar no acompaña su valor real, ya que el mercado está alterado. “Es una situación en el que quiero más dólares de los que puedo comprar. Por eso la distorsión”, aseguró.
Sobre la dolarización…
“La dolarización se está construyendo de manera de facto como el uso del dólar como moneda de intercambio. A medida que esto aumenta en todos los sectores, va a ser muy difícil que eso no termine en una dolarización total”.
Sin embargo, confesó que él es uno de los economistas que no está a favor de eso; pues, a su juicio, “las condiciones del mercado venezolano es, precisamente, el peor condicionamiento para la dolarización”.
Detalló que una vez que se produzca un cambio político, la economía también cambiará, y será mucho más rápido de lo que se cree.
“Esperaríamos una entrada de 250.000 millones de dólares que, para nuestro tamaño de país, es una barbaridad de dinero que permitiría espacios de recuperación y negocios”.
Anaqueles de museo
“Un aumento ahorita va a ser siempre insuficiente, porque aunque se ha desacelerado la tasa de inflación, hay 30% al mes. Entonces, estamos hablando de que los aumentos para cubrir una pérdida de capacidad de compra y las empresas no necesariamente pueden acompañar ese crecimiento. Ante esto, los anaqueles se podrían convertir en anaqueles museos, donde hay de todo pero nadie lo puede comprar”.-Venepress...
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