viernes, 20 de noviembre de 2020
Coronavirus El mapa mundial del coronavirus: casi 57 millones de casos y más de 1,3 millones de muertos en todo el mundo !
El nuevo coronavirus SARS-CoV-2, que provoca la enfermedad COVID-19, continúa extendiéndose por el planeta y ya ha infectado a más de 56,7 millones de personas, mientras que la cifra global de decesos supera los 1,3 millones y la de los recuperados suma más de 36,3 millones de personas.
[Reportaje especial: ¿Qué es un millón de muertos?]
El país más afectado es Estados Unidos, con más de 11,7 millones de contagios y más de 252.000 fallecimientos, seguido de India, que supera ya los 9 millones de casos y las 132.000 muertes, y de Brasil, que rebasa los 5,9 millones de casos y acumula más de 168.000 decesos. Francia ha superado los dos millones de contagios y se coloca por encima de Rusia, mientras que España suma ya más de 1,5 millones de casos.
En Europa superan también el millón de infecciones el Reino Unido e Italia y en el conjunto del mundo rebasan esta cifra Argentina, Colombia y México.
Un millón de casos de coronavirus en España y diez claves
Como resultado de la expansión del virus, más de la mitad de la población mundial ha sido sometida a algún tipo de confinamiento, se ha impuesto el distanciamiento social y los desplazamientos han quedado paralizados, al igual que la actividad económica, provocando una grave recesión por todo el planeta. Una situación que vuelve a suceder en la segunda gran oleada global de este otoño en el hemisferio norte.
El foco principal de la pandemia vuelve a situarse en Europa, que ya ha sobrepasado los 355.000 muertos y afronta la llegada del invierno con una segunda ola que se está extendiendo por el continente. Así, se repiten las severas restricciones, recurriendo de nuevo a los confinamientos domiciliarios o al toque de queda como medida para frenar los contagios.
En América, donde los contagios siguen creciendo y los fallecidos ya superan los 695.000, el país que más preocupa es EE.UU.
Europa
España (1.541.574 casos, 42.291 muertes). Los primeros casos se detectaron en febrero. El virus se extendió en cuestión de semanas, lo que llevó al Gobierno a decretar el estado de alarma de marzo a junio y confinar a toda la población. Tras un proceso de desconfinamiento por fases, el país entró el 21 de junio en la denominada nueva normalidad, que recuperó la libertad de movimientos y abrió las fronteras. Desde entonces, el crecimiento de los contagios se aceleró y el territorio se convirtió en uno de los que más contagios acumuló de la UE. Tras restricciones y confinamientos localizados, el Gobierno aprobó un nuevo estado de alarma que, además de imponer el toque de queda, daba a las comunidades el marco jurídico para tomar medidas más duras, como confinamientos perimetrales en municipios y regiones. Las restricciones se están endureciendo en las últimas semanas en casi todas las comunidades autónomas, varias de las cuales han decretado el cierre de la hostelería y comercios no esenciales.
España, tercer país del mundo con más muertos con coronavirus por número de habitantes
Francia es el primer país de Europa con más casos con coronavirus y el cuarto del mundo, tras adelantar a Rusia, con más de dos millones de casos y más de 47.000 fallecidos.
El Gobierno francés ha empezado a tomar medidas drásticas para frenar la segunda ola, y tras declarar el estado de emergencia sanitaria para todo el país desde el 17 de octubre, ha decretado un confinamiento hasta el 1 de diciembre en todo el país, si bien las medidas no son tan estrictas como en marzo, y se mantienen abiertas escuelas y guarderías, pero cerrando todos los establecimientos no esenciales, incluida la hostelería, cines, teatros y museos.
Francia impone un nuevo confinamiento nacional hasta el 1 de diciembre para contener la COVID-19
El Reino Unido es el país de Europa con mayor número de fallecidos y el quinto del mundo. Se han registrado más de 53.700 muertes y más de 1,4 millones de contagiados, entre ellos el príncipe Carlos, que superó la enfermedad, y Boris Johnson, que estuvo ingresado en una unidad de cuidados intensivos. El Gobierno ha puesto en marcha un plan por niveles de riesgo que implica en el nivel más alto la prohibición de reuniones sociales entre no convivientes, el cierre de pubs y bares, y así se aplicará en Liverpool. Además, Johnson ha decretado nuevo confinamiento en Inglaterra hasta el 2 de diciembre y el cierre de negocios no esenciales.
De las limitaciones sociales al cierre de la hostelería: así es el plan de tres fases de Johnson contra la COVID-19
Italia, con 1,3 millones de casos y más de 47.800 muertes, fue el epicentro inicial de la pandemia en Europa, es ahora el segundo país de Europa con más víctimas mortales con coronavirus y el sexto del mundo.
El Gobierno italiano paralizó toda la actividad, a excepción de la esencial, durante dos meses y prohibió hasta junio la entrada y salida del país, antes de dar por controlada la epidemia. El Ejecutivo de Giuseppe Conte ha ampliado el estado de emergencia hasta el 31 de enero de 2021, de modo que el país cumplirá un año exacto en esta situación. Ante el aumento de contagios, Italia ha cerrado cines, teatros, piscinas y gimnasios, ha clausurado por la tarde-noche los bares y restaurantes y el toque de queda se ha extendido por toda la nación.
Alemania ha superado los 13.600 muertos con más de 890.000 positivos de COVID-19. Ante el aumento de contagios, la canciller alemana, Angela Merkel, y los gobiernos regionales han acordado el cierre en noviembre de bares y restaurantes, así como el ocio, la oferta cultural y el deporte aficionado en espacios cerrados, aunque mantendrán abiertos mientras sea posible los centros educativos y el comercio.
Alemania cierra gastronomía, cultura y ocio durante un mes pero deja comercios y escuelas
Rusia ha dado cuenta de más de 1,9 millones de contagios, lo que le convierte en el segundo con más casos de Europa, por detrás de Francia, y en el quinto del mundo. Además, ha reportado más de 34.500 muertes, una de las tasas más bajas de letalidad del virus, lo que ha llevado a que la Organización Mundial de la Salud cuestione sus cifras. Con unos datos similares a los del mes de mayo, en octubre ha tenido que aplicar nuevas restricciones, entre ellas el cierre de colegios durante dos semanas y la obligación a las empresas de implantar el teletrabajo al menos al 30 % de sus plantillas.
En Turquía, donde los casos superan ya los 430.000 y se han registrado más de 11.900 muertes, reconocen encontrarse actualmente con un incremento en los contagios diarios. El país se encuentra en una segunda ola del virus y Estambul concentra el 40 % de los casos, según el ministro de Sanidad; el propio alcalde de la ciudad se ha contagiado y fue hospitalizado.
En el resto de Europa, la expansión de la pandemia es relativamente elevada en Ucrania, con más de 600.000 casos, y en Bélgica, con más de medio millón de casos. Bélgica es, además, el país de más de un millón de habitantes con la tasa de fallecidos más alta del mundo, con 132,91 muertos por cada 100.000 habitantes frente a los 90,37 de España, que es el tercero en este ránking por detrás de Perú.
Países Bajos, Polonia, Rumanía, República Checa, Suecia también experimentan aumentos preocupantes en los contagios en la segunda oleada. En cuanto a Portugal, ya ha decretado un confinamiento que afecta al 70 % de la población para frenar la pandemia.
América
Estados Unidos es el país más afectado del mundo, con más de 11,7 millones de contagios y más de 252.000 muertes en apenas diez meses. La Administración Trump, que declaró la emergencia nacional y llegó a suprimir temporalmente los permisos de residencia y determinados visados para trabajadores extranjeros, emitió mensajes confusos y contradictorios sobre la pandemia. Varios estados volvieron a decretar medidas especiales ante el aumento de casos durante el verano. La enfermedad también ha marcado las elecciones en el país, con el propio Trump, su mujer y personas de su entorno contagiadas y llegando a registrar más de 100.000 casos en un solo día.
La situación es menos grave en Canadá, que acumula más de 319.000 casos y lamenta más de 11.300 muertes, de las cuales el 85 % de las ocurridas en la primera ola estaban vinculadas a residencias de ancianos. El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha advertido de que puede ser necesario adaptar nuevas restricciones específicas para evitar otro confinamiento del país como el que se produjo en primavera y dañó a la economía del país. En la actualidad, varias provincias canadienses han prohibido comer en espacios interiores en restaurantes y han limitado el tamaño de las reuniones sociales.
La COVID-19 también se ha propagado por América Latina, que registra más de la mitad de los contagios del continente americano, lo que ha llevado a la OMS a situarlo como el nuevo epicentro mundial de la pandemia. La situación se agrava en pleno invierno en un continente lastrado por la pobreza y la falta de recursos.
Brasil es el más afectado de la región, el tercer país del mundo con más casos y el segundo con más muertes; tanto es así que puntualmente ha llegado a superar a Estados Unidos en el número de decesos diarios y es el tercero del planeta en superar los cinco millones de casos. Su presidente, Jair Bolsonaro, que dio positivo en coronavirus, ha optado por minimizar los efectos de la pandemia, en contra del criterio de sus colaboradores, algunos de los cuales han dimitido.
La rápida propagación del virus en Chile, Perú, Colombia, Panamá o Bolivia está desbordando los sistemas sanitarios del continente. Con más de 100.000 muertos, México, que ya ha superado el millón de contagios, es el cuarto país del mundo por número de fallecidos con COVID-19, y las autoridades sanitarias han encendido las alarmas ante un posible repunte de casos en medio de la temporada invernal y tras la relajación de medidas de distanciamiento social. Por su parte, Perú es el segundo país del mundo con más de un millón de habitantes con más muertes por cada 100.000 personas del mundo: tiene más de 35.000 muertos y más de 939.000 contagios.
La COVID-19 es una amenaza en Chile, uno de los países del mundo con más contagios, pese a tener solo 19 millones de habitantes. El Gobierno tuvo que declarar una cuarentena en la capital, que fue el epicentro de la pandemia durante meses, pero que ahora está totalmente desconfinada y avanza en el plan de cinco etapas de apertura gradual de la economía. Sin embargo, el país observa con preocupación el repunte en todo el mundo y se prepara para una posible segunda ola y aún se mantendrá el toque de queda nocturno -reducido a un horario de 0:00 a 5:00 horas- y el estado de excepción por catástrofe hasta mediados de diciembre.
En cambio, países como Colombia y Argentina sí apostaron desde el principio por un aislamiento social obligatorio y generalizado. Eso no ha evitado que Colombia, que impuso restricciones desde el 25 de marzo, aún siga en el pico de la pandemia con cifras de contagios y muertes muy elevadas, ya por encima del millón de casos. En Argentina, por su parte, los infectados también rebasan esa cifra.
Asia
China, el país epicentro del brote, especialmente en la provincia de Hubei y la ciudad de Wuhan, parece haber contenido la enfermedad y ha comenzado a detectar más casos importados que de contagio local, lo que ha llevado a las autoridades a prohibir la entrada de extranjeros. En junio las alarmas surgieron tras un brote en Pekín, con cientos de infectados, y el de la provincia de Xinjiang.
El país más golpeado por la pandemia en Asia es India, el segundo más poblado del mundo, que no ha podido evitar la expansión del SARS-CoV-2. La epidemia supera los 9 millones de contagios, lo que lo convierte en el segundo país con más casos del mundo, con más de 132.000 fallecidos, una mortalidad relativamente baja en un país de 1.300 millones de habitantes.
Irán también está sufriendo el embate de la pandemia, tanto desde el punto de vista sanitario como económico: inició su desescalada en abril, pero ha tenido un fuerte brote desde mayo y ha superado los 815.000 casos positivos, al tiempo que acumula más de 43.400 decesos. La tercera ola de la enfermedad está golpeando con fuerza al país y, como ocurrió en la primera, también ha afectado a altos responsables gubernamentales. La gran mayoría de las provincias se encuentran en estado rojo, el de máxima propagación de la enfermedad, aunque las que más preocupan son Teherán y Qom, donde las hospitalizaciones superan la media nacional. En Teherán se ha hecho obligatorio el uso de mascarilla también en espacios públicos exteriores.
Irak, Bangladesh y Arabia Saudí son también países con elevadas cifras de contagios. Sin embargo, la mayor incidencia de la COVID-19 en relación con la población en este continente se encuentra en cuatro pequeños países: Qatar, Baréin, Armenia e Israel, país este que ha tenido que confinar a su población por segunda vez en septiembre, y endurecer adicionalmente las restricciones a la movilidad y la actividad.
En Corea del Sur, la enfermedad tuvo gran incidencia inicial en febrero, pero logró contener la propagación a mediados de marzo y ahora es un ejemplo mundial de actuación temprana ante una crisis que abordó con una estrategia basada en la eficiencia tecnológica para vigilar el virus. A pesar de ello, posteriormente ha tenido que enfrentarse a varios brotes.
Japón detectó los primeros casos en el crucero Diamond Princess. El país se vio obligado a aplazar a 2021 los Juegos Olímpicos que iba a acoger Tokio este verano, aunque hay expertos que advierten de que ese plazo de un año no sea suficiente si no se desarrolla antes una vacuna contra la COVID-19.
En la mitad oriental de Asia destaca también la expansión de la enfermedad en Arabia Saudí, Bangladesh, Pakistán, Indonesia, Arabia Saudí, Qatar y Emiratos Árabes Unidos.
África
África, el último continente al que llegó el coranavirus, ha superado los dos millones de contagios desde que Egipto reportó el primer enfermo, pero el registro de casos no se ha disparado como en otras áreas del mundo. Los fallecidos, por su parte, superan los 48.000.
Los pronósticos auguraban cifras catastróficas en África, el segundo continente más poblado, con abarrotadas ciudades, escasez de agua y pocas medidas higiénicas. La verdadera incidencia de la COVID-19 continúa siendo un enigma, pues se efectúan muchos menos test, poco más de 20 millones hasta mediados de noviembre para una población de 1.300 millones de personas donde consta que hay muchos asintomáticos.
Con todo, África parece haber escapado de momento al impacto catastrófico del coronavirus en otras zonas del mundo como Europa o América. Muchos expertos atribuyen esa circunstancia a factores como su joven población, su experiencia en epidemias previas (ébola y malaria, por ejemplo), su menor interconexión y la posibilidad de que goce de cierta inmunidad de otras cepas de coronavirus.
Sin embargo, las autoridades se muestran preocupadas porque muchos países no hacen cumplir las medidas de salud pública, como el uso de las mascarillas. África se prepara para una segunda ola de la enfermedad, consciente de que la vacuna tardará en llegar al continente y que las condiciones de almacenamiento y la distribución serán un gran desafío para el continente.
A la cabeza de los contagios se encuentra Sudáfrica, que es el noveno país del mundo con más de 759.000 casos y por ahora computa más de 20.600 muertes. En las semanas en las que atravesó sus máximos epidémicos (entre junio y agosto), el país no solo llegó a acumular más de la mitad de todos los contagios registrados en África, sino que llegó a ser la quinta nación con más casos positivos del mundo.
Tras medio año cerradas, las fronteras de Sudáfrica volvieron a abrir el 1 de octubre, y el país, la segunda mayor economía de África y principal polo de transporte del sur del continente, toma medidas para una reapertura "gradual y cuidadosa". Así, hará test de antígenos en sus puestos fronterizos para tratar de facilitar con seguridad la entrada y salida de viajeros internacionales.
El virus también está infectado a numerosa población en Marruecos, que supera los 311.000 casos, y Egipto, que computa más de 111.000 casos, y en Etiopía, Túnez, Libia, Kenia, Argelia, Nigeria y Ghana. Los cinco países con más casos concentran en torno al 70 % del total.
Oceanía
Australia, que ha registrado más de 27.700 contagios y poco más de 900 muertes, se ha visto obligada a imponer restricciones en agosto tras controlar durante varios meses la expansión del coronavirus. Melbourne, epicentro de la segunda ola de la COVID-19 en Australia, y confinada por segunda vez el pasado mes de julio, comienza a levantar el confinamiento y la restricciones de los negocios. El estado de Victoria, del que es capital Melbourne, acumula más del 70 % de los casos de todo el país y el 90% de los fallecimientos.
Nueva Zelanda, que impuso un confinamiento muy estricto y logró controlar la enfermedad vuelve a tener casos activos, después de haberse declarado país libre de coronavirus el 8 de junio. A pesar de ello y con más de 2.000 contagios y solo 25 fallecimientos, el país mantiene cerradas las fronteras e incluso impuso el aislamiento en Auckland, la región más poblada del país, a mediados de agosto.
Metodología y fuentes
Para la elaboración de esta información utilizamos los datos del Centro de Ciencias e Ingeniería de la Universidad John Hopkins de Estados Unidos, ministerios de Sanidad oficiales y la Organización Mundial de la Salud.
En el caso de España, acudimos al ministerio de Sanidad y a los departamentos de Sanidad de las comunidades autónomas. Para Italia, la fuente principal es Protección Civil y para Francia, el Ministerio de Asuntos Sociales y de la Salud.
Empleamos la definición de países fijada por Naciones Unidas: 193 países, Palestina y el Vaticano.
Para elaborar una información más completa geográficamente, este mapa muestra datos por territorios de ultramar y otras áreas del mundo.-rtve.es...
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