Manuel Rubinsztein
Dejenme contarles una corta historia sobre el sistema de salud de los Estados Unidos. Hace alrededor de 5 semanas, estando en República Dominicana, me dio un fuerte dolor de espalda por lo cual tuve que ir a que me examinaran. Entre los exámenes que me hicieron estuvo un MRI que mostró claramente que tenía un problema en la columna y que tenía nervios muy afectados por lo cual requería algún tipo de tratamiento directamente de la columna y el diagnóstico fue dado por un especialista en columna desde luego un médico traumatólogo. Todo esto sucedió en menos de 4 horas en una clínica cualquiera.
Al regresar a Estados Unidos tomando analgésicos tuve una recaída que me tumbo al piso y requerí ser llevado en ambulancia al servicio de emergencias del Florida Health hospital en Altamonte Springs.
Me pusieron un analgésico inyectado y me hicieron una serie de exámenes y a pesar de que les mostré el diagnóstico de República Dominicana y las imágenes del MRI me mandaron a la casa tomando analgésicos y me remitieron a un ortopedista para que me revisara. Antes de acudir a ese referido me dio nuevamente un dolor, peor a los anteriores y con muchísimo dolor sin poder sentarme (acostado en una van) y sin poder caminar acudí a emergencias nuevamente donde me dijeron que se podía buscar una camilla sino una silla de ruedas. Casi desmayado del dolor me entraron a recepción donde empezaron a hacerme preguntas que no podía responder bien por mi nivel de dolor. Ni siquiera podía deletrear mi apellido y no me encontraban en sus archivos. Estallé a llorar y a gritar de desesperación pidiendo que llamarán al 911 para que me buscarán en una camilla y me llevaran a cualquier otro hospital y la respuesta fue totalmente inhumana. Al fin logré tirarme en un sofá de la sala de recepción de urgencias hasta que me atendieron y tuve que volver a una silla de ruedas para que me hicieran los exámenes de ingreso. Aunque tomo medicamentos para la presión arterial, mi presión ya estaba en 169/100 por el dolor y la desesperación. Ya en el cubiculo de emergencias me atendió otro doctor a quien conte la historia y el diagnóstico de República Dominicana y también lo ignoró y mando a hacer un radiografía sin antes medicarme por el intenso dolor que me tenía literalmente llorando y un examen anal para determinar si había problemas de nervios basado en ese examen. Mi esposa quién es médico y estaba a mi lado llamó a su colega en República Dominicana, el experto en columna y él le dijo que el diagnóstico era para las vértebras l4 y l5 y los nervios que irrigan la parte de ano eran en un área totalmente diferente que era S1 osea que es examen fue un examen absurdo y sin sentido y demostro la ignorancia del Médico en el diagnóstico de este tipo de lesiones.
El médico regresó diciéndome que no encontraba nada mal así que lo mejor era enviarme a una habitación del hospital para que me hicieran fisioterapia o que me fuera a mi casa y fuera al referido ( serían 2 semanas tirado en cama con un dolor desgarrante que es lo que dura en promedio la espera para una cita con un especialista). Yo le comenté que yo no podría en la situación de dolor en que estaba ser sometido a fisioterapia y menos irne así a casa.
Para ese momento ya habían pasado más de dos horas y los medicamentos que me dieron para el dolor (no al llegar sino después de las dolorosas poses para las radiografías) no habían hecho absolutamente ningún efecto y eso se le había comentado a la enfermera ya como 4 veces y la cual se lo había comentado al doctor y sin embargo ninguna medida se tomó para quitarme el dolor que me tenía a punto de desmayar.
Como es lógico, yo no podía irme a casa con ese dolor Así que mi esposa le comentó al doctor el medicamento que me habían dado en República Dominicana para el dolor y me había funcionado Y decidieron traerlo EN PASTILLA cuando el medicamento existe para ser aplicado intravenoso o subcutáneo para un efecto inmediato. Después de tomar el medicamento la enfermera me dijo que volvía en 30 minutos para ver si el medicamento me había funcionado. Al regresar ella, le dije que creía que el medicamento estaba haciendo efecto pero que necesitaba un poco más de tiempo para estar seguro porque aún del dolor era demasiado fuerte. Entonces el doctor volvió y me dijo que debía tomar una decisión porque no podía estar acostado indefinidamente en urgencias así que yo me iba o me mandaban para la habitación del hospital. la enfermera volvió unos minutos más tarde y nos dimos cuenta de que si estaba haciendo efecto Así que preferí irme para la casa antes de que me mandaran a un fisioterapeuta ya que se sabía desde antes que no iba a tener absolutamente ningún efecto en mi lesión porque no es muscular.
Al final logré conseguir un referimiento a un especialista en columna con el cual debo hacer cita el día de mañana para ver cuándo me atiende. En conclusión después de dos entradas a una sala de urgencias en Estados Unidos lo único que conseguí fueron dos aspirinas, un maltrato, ignorancia total por parte de los médicos Y seguramente facturas gigantescas a mi compañía de seguros a la cual voy a reportar lo sucedido también.
Al regresar a Estados Unidos tomando analgésicos tuve una recaída que me tumbo al piso y requerí ser llevado en ambulancia al servicio de emergencias del Florida Health hospital en Altamonte Springs.
Me pusieron un analgésico inyectado y me hicieron una serie de exámenes y a pesar de que les mostré el diagnóstico de República Dominicana y las imágenes del MRI me mandaron a la casa tomando analgésicos y me remitieron a un ortopedista para que me revisara. Antes de acudir a ese referido me dio nuevamente un dolor, peor a los anteriores y con muchísimo dolor sin poder sentarme (acostado en una van) y sin poder caminar acudí a emergencias nuevamente donde me dijeron que se podía buscar una camilla sino una silla de ruedas. Casi desmayado del dolor me entraron a recepción donde empezaron a hacerme preguntas que no podía responder bien por mi nivel de dolor. Ni siquiera podía deletrear mi apellido y no me encontraban en sus archivos. Estallé a llorar y a gritar de desesperación pidiendo que llamarán al 911 para que me buscarán en una camilla y me llevaran a cualquier otro hospital y la respuesta fue totalmente inhumana. Al fin logré tirarme en un sofá de la sala de recepción de urgencias hasta que me atendieron y tuve que volver a una silla de ruedas para que me hicieran los exámenes de ingreso. Aunque tomo medicamentos para la presión arterial, mi presión ya estaba en 169/100 por el dolor y la desesperación. Ya en el cubiculo de emergencias me atendió otro doctor a quien conte la historia y el diagnóstico de República Dominicana y también lo ignoró y mando a hacer un radiografía sin antes medicarme por el intenso dolor que me tenía literalmente llorando y un examen anal para determinar si había problemas de nervios basado en ese examen. Mi esposa quién es médico y estaba a mi lado llamó a su colega en República Dominicana, el experto en columna y él le dijo que el diagnóstico era para las vértebras l4 y l5 y los nervios que irrigan la parte de ano eran en un área totalmente diferente que era S1 osea que es examen fue un examen absurdo y sin sentido y demostro la ignorancia del Médico en el diagnóstico de este tipo de lesiones.
El médico regresó diciéndome que no encontraba nada mal así que lo mejor era enviarme a una habitación del hospital para que me hicieran fisioterapia o que me fuera a mi casa y fuera al referido ( serían 2 semanas tirado en cama con un dolor desgarrante que es lo que dura en promedio la espera para una cita con un especialista). Yo le comenté que yo no podría en la situación de dolor en que estaba ser sometido a fisioterapia y menos irne así a casa.
Para ese momento ya habían pasado más de dos horas y los medicamentos que me dieron para el dolor (no al llegar sino después de las dolorosas poses para las radiografías) no habían hecho absolutamente ningún efecto y eso se le había comentado a la enfermera ya como 4 veces y la cual se lo había comentado al doctor y sin embargo ninguna medida se tomó para quitarme el dolor que me tenía a punto de desmayar.
Como es lógico, yo no podía irme a casa con ese dolor Así que mi esposa le comentó al doctor el medicamento que me habían dado en República Dominicana para el dolor y me había funcionado Y decidieron traerlo EN PASTILLA cuando el medicamento existe para ser aplicado intravenoso o subcutáneo para un efecto inmediato. Después de tomar el medicamento la enfermera me dijo que volvía en 30 minutos para ver si el medicamento me había funcionado. Al regresar ella, le dije que creía que el medicamento estaba haciendo efecto pero que necesitaba un poco más de tiempo para estar seguro porque aún del dolor era demasiado fuerte. Entonces el doctor volvió y me dijo que debía tomar una decisión porque no podía estar acostado indefinidamente en urgencias así que yo me iba o me mandaban para la habitación del hospital. la enfermera volvió unos minutos más tarde y nos dimos cuenta de que si estaba haciendo efecto Así que preferí irme para la casa antes de que me mandaran a un fisioterapeuta ya que se sabía desde antes que no iba a tener absolutamente ningún efecto en mi lesión porque no es muscular.
Al final logré conseguir un referimiento a un especialista en columna con el cual debo hacer cita el día de mañana para ver cuándo me atiende. En conclusión después de dos entradas a una sala de urgencias en Estados Unidos lo único que conseguí fueron dos aspirinas, un maltrato, ignorancia total por parte de los médicos Y seguramente facturas gigantescas a mi compañía de seguros a la cual voy a reportar lo sucedido también.
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