Calma en el sur de Israel y Gaza tras la fuerte escalada militar
La calma vuelve a reinar en las localidades del sur del país próximas a la Franja de Gaza tras la mayor escalada militar desde la guerra de 2014, que se saldó con el ataque de más de 60 objetivos militares del terrorismo palestinos por Israel y el lanzamiento de más de cien cohetes y morteros desde el enclave contra las comunidades israelíes.
“A las cinco de la madrugada pararon los ataques”, dijo un alto oficial del Comando Sur del Ejército de Defensa de Israel (Tzáhal) desde una las poblaciones cercanas a los límites con el enclave costero, que pidió no ser identificado.
Hasta entonces, precisó, “desde las siete de la mañana del día anterior, contabilizamos más de 100 cohetes y morteros. Algunos cayeron en área abierta y más de 40 fueron interceptados por el sistema antimisiles Cúpula de Hierro” porque iban a impactar en zonas pobladas.
“No consiste en ver quién haya disparado el último, sino en ver el daño sobre el terreno”, señaló el oficial, quien indicó que, desde ayer, el Ejército ha atacado “sesenta posiciones militares de la Jihad Islámica y de Hamás” en Gaza, incluido un túnel, lo que causó “un golpe significativo” a las organizaciones terroristas islámicas.
Insistió en que Irán “está involucrado profundamente en lo que ocurre en Gaza” y advirtió de que el Ejército se está preparando “para el despliegue de más batallones en la frontera con Gaza y para el uso de armas no letales”, ante las protestas previstas en la valla fronteriza el próximo 5 de junio.
Por su parte, el portavoz militar teniente coronel Jonathan Conricus declaró que, aunque la situación está relativamente tranquila, “esto no ha acabado, depende de lo que Hamás vaya a hacer; si va a escalar la situación y continuar disparando contra civiles israelíes, el Ejército está listo y preparado”.
El comandante Kobi Valer, de la división sur, manifestó que “Hamás no distingue entre objetivos civiles y militares” y recordó que Israel considera al grupo terrorista islamista responsable de todo lo que ocurre en Gaza.
Los habitantes israelíes en la zona están más tranquilos desde el cese del fuego.
“Estamos acostumbrados, nos lo esperábamos, pasa constantemente y sabemos cómo tenemos que actuar”, aseguró el israelí argentino Marcelo Flasik, residente del kibutz Ein Hashlosha, quien llegó hace veinticinco años a esta comunidad, un “hogar tranquilo” que, a su juicio, “lo tiene todo, y lo único que le falta es la paz”.
“Confiamos en nuestro Gobierno y sabemos que hace todo lo necesario para defendernos. A diferencia del Gobierno palestino y de Hamás, que usa a su propia gente como escudos humanos”, destacó. EFE y Aurora...
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