Los votantes evangélicos mueven la mano de Trump en la política hacia Israel
No son judíos, pero llevan décadas inclinando hacia el sionismo la política estadounidense en Oriente Medio. Los cristianos evangélicos blancos son uno de los bloques de votantes más fieles al presidente de EE.UU., Donald Trump, y un factor clave en los constantes espaldarazos a Israel del mandatario.
Por segunda vez en su Presidencia, Trump rompió la política tradicional de Estados Unidos al reconocer como israelí un territorio disputado, en este caso los Altos del Golán, en la frontera con Siria, el Líbano y Jordania.
Los aplausos más fuertes por esa decisión no llegaron de los judíos estadounidenses, en su mayoría demócratas, sino de los evangélicos blancos, que votaron abrumadoramente por Trump en 2016 y entre los que el 69 % sigue apoyándole sin fisuras, según un estudio publicado la semana pasada por el centro de investigación Pew.
"La razón principal, y quizá la única, por la que Trump está dando estos pasos en Israel es porque es lo que su base de votantes evangélicos, blancos y conservadores quiere que haga", explicó el historiador John Fea, autor del libro "Believe Me: The Evangelical Road to Donald Trump".
El 25 % de los estadounidenses, de acuerdo con Pew, son protestantes evangélicos, gente que "cree en la autoridad absoluta de la Biblia y en la salvación a través de Jesús", tal y como los ha definido la experta en política y religión Elizabeth Oldmixon, de la Universidad del Norte de Texas, para el portal de noticias Vox.
Los evangélicos más fundamentalistas, que, según Oldmixon, rondan los 15 millones de personas, son los defensores más vehementes en EE.UU. del Estado judío, en parte porque consideran su existencia un requisito para la segunda venida de Jesús.
"Muchos evangélicos que apoyan a Trump creen que la restauración de Israel como Estado-nación y el regreso de los judíos a su tierra es un presagio del regreso de Jesucristo", recalcó Fea.
"Es una interpretación basada en una lectura literal de los libros proféticos del Viejo y Nuevo Testamento, e implica que el éxito de Israel como nación es central para el plan futuro de Dios para el mundo", agregó.
Robert Jeffress, pastor de la First Baptist Church en Dallas (Texas) y uno de los predicadores evangélicos más influyentes en la Casa Blanca, desgranó la génesis bíblica de esa teoría en un artículo publicado en la página web de la cadena Fox News.
"Dios prometió a Abraham, el padre de los judíos, que le daría a él y a sus descendientes la tierra que ahora conforma el Israel moderno (...). Esa clara promesa de Dios es la razón por la que los cristianos estadounidenses de ambos partidos respaldaron el reconocimiento del Estado de Israel en 1948", resumió el pastor.
El respaldo de los evangélicos a Trump descolocó a muchos observadores de la carrera presidencial en 2016, cuando esa comunidad tan conservadora respaldó decisivamente a un candidato divorciado en dos ocasiones, protagonista de escándalos de adulterio y que hace pocos años defendía el derecho al aborto.
Ese logro de Trump se debió, en parte, a su selección como vicepresidente de Mike Pence, que se describe como un "católico evangélico renacido" y ha impregnado la Casa Blanca de un profundo conservadurismo social.
Otro influyente evangélico es el secretario de Estado, Mike Pompeo, quien la semana pasada opinó que Trump podría haber sido enviado por Dios para salvar a Israel de la amenaza de Irán, igual que la reina Esther, que en un episodio bíblico intercedió para salvar de un genocidio a los judíos del Imperio Persa.
"Como cristiano, por supuesto que creo que eso es posible", afirmó Pompeo en una entrevista con la televisión CBN.
El voto de los cristianos conservadores puede ser clave para la reelección de Trump en 2020, y hace dos semanas un grupo de líderes evangélicos recibieron en la Casa Blanca detalles del plan de paz que el yerno del presidente, Jared Kushner, presentará próximamente.
"Varios asistentes expresaron preocupación por la posibilidad de que el plan de paz pueda dar a los palestinos una capital en Jerusalén este", informó el portal Axios, citando una fuente que asistió al encuentro.
Ese rechazo de la solución de dos Estados alinea a los evangélicos con la derecha israelí, y ha facilitado una simbiosis entre las prioridades políticas de Trump y las del primer ministro, Benjamin Netanyahu, que se juega su cargo el 9 de abril.
"Israel nunca ha tenido un mejor amigo que usted", le dijo Netanyahu a Trump en la Casa Blanca. EFE.-Aurora...
Por segunda vez en su Presidencia, Trump rompió la política tradicional de Estados Unidos al reconocer como israelí un territorio disputado, en este caso los Altos del Golán, en la frontera con Siria, el Líbano y Jordania.
Los aplausos más fuertes por esa decisión no llegaron de los judíos estadounidenses, en su mayoría demócratas, sino de los evangélicos blancos, que votaron abrumadoramente por Trump en 2016 y entre los que el 69 % sigue apoyándole sin fisuras, según un estudio publicado la semana pasada por el centro de investigación Pew.
"La razón principal, y quizá la única, por la que Trump está dando estos pasos en Israel es porque es lo que su base de votantes evangélicos, blancos y conservadores quiere que haga", explicó el historiador John Fea, autor del libro "Believe Me: The Evangelical Road to Donald Trump".
El 25 % de los estadounidenses, de acuerdo con Pew, son protestantes evangélicos, gente que "cree en la autoridad absoluta de la Biblia y en la salvación a través de Jesús", tal y como los ha definido la experta en política y religión Elizabeth Oldmixon, de la Universidad del Norte de Texas, para el portal de noticias Vox.
Los evangélicos más fundamentalistas, que, según Oldmixon, rondan los 15 millones de personas, son los defensores más vehementes en EE.UU. del Estado judío, en parte porque consideran su existencia un requisito para la segunda venida de Jesús.
"Muchos evangélicos que apoyan a Trump creen que la restauración de Israel como Estado-nación y el regreso de los judíos a su tierra es un presagio del regreso de Jesucristo", recalcó Fea.
"Es una interpretación basada en una lectura literal de los libros proféticos del Viejo y Nuevo Testamento, e implica que el éxito de Israel como nación es central para el plan futuro de Dios para el mundo", agregó.
Robert Jeffress, pastor de la First Baptist Church en Dallas (Texas) y uno de los predicadores evangélicos más influyentes en la Casa Blanca, desgranó la génesis bíblica de esa teoría en un artículo publicado en la página web de la cadena Fox News.
"Dios prometió a Abraham, el padre de los judíos, que le daría a él y a sus descendientes la tierra que ahora conforma el Israel moderno (...). Esa clara promesa de Dios es la razón por la que los cristianos estadounidenses de ambos partidos respaldaron el reconocimiento del Estado de Israel en 1948", resumió el pastor.
El respaldo de los evangélicos a Trump descolocó a muchos observadores de la carrera presidencial en 2016, cuando esa comunidad tan conservadora respaldó decisivamente a un candidato divorciado en dos ocasiones, protagonista de escándalos de adulterio y que hace pocos años defendía el derecho al aborto.
Ese logro de Trump se debió, en parte, a su selección como vicepresidente de Mike Pence, que se describe como un "católico evangélico renacido" y ha impregnado la Casa Blanca de un profundo conservadurismo social.
Otro influyente evangélico es el secretario de Estado, Mike Pompeo, quien la semana pasada opinó que Trump podría haber sido enviado por Dios para salvar a Israel de la amenaza de Irán, igual que la reina Esther, que en un episodio bíblico intercedió para salvar de un genocidio a los judíos del Imperio Persa.
"Como cristiano, por supuesto que creo que eso es posible", afirmó Pompeo en una entrevista con la televisión CBN.
El voto de los cristianos conservadores puede ser clave para la reelección de Trump en 2020, y hace dos semanas un grupo de líderes evangélicos recibieron en la Casa Blanca detalles del plan de paz que el yerno del presidente, Jared Kushner, presentará próximamente.
"Varios asistentes expresaron preocupación por la posibilidad de que el plan de paz pueda dar a los palestinos una capital en Jerusalén este", informó el portal Axios, citando una fuente que asistió al encuentro.
Ese rechazo de la solución de dos Estados alinea a los evangélicos con la derecha israelí, y ha facilitado una simbiosis entre las prioridades políticas de Trump y las del primer ministro, Benjamin Netanyahu, que se juega su cargo el 9 de abril.
"Israel nunca ha tenido un mejor amigo que usted", le dijo Netanyahu a Trump en la Casa Blanca. EFE.-Aurora...
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