No soy una “pseuda”
Nunca imaginé que llegaría a sentir lo que es la Inquisición a causa de una sinrazón como la que estamos viviendo en los últimos tiempos. En un ambiente ya suficientemente crispado en lo político, faltaban los ministros de turno encabezando una cruzada con batallones de soldados adiestrados en el insulto y la descalificación, a diferentes colectivos que no hacían mal a nadie con la excusa de perseguir a quienes sí lo merecían, y todo esto con el altavoz de demasiados medios de comunicación.
Soy médica desde hace algo más de 20 años y en su mayoría, dentro de la Sanidad Pública. Durante todo mi recorrido he visto profesionales que se equivocaron de trabajo, pero sinceramente, creo que en mi caso, me he implicado tanto emocionalmente que a veces, me he llevado preocupaciones a casa que no eran mías; no somos de piedra y las realidades que tocamos pueden remover nuestras conciencias. La de las horas que he invertido formándome en otras áreas que no se contemplaban bajo los muros de la Facultad de Medicina y ahora, hay quienes pretenden convertirlas en inútiles y lo siento pero no, queridas /os escépticas/os, no lo voy a permitir, si queréis seguir siendo ciegos y sordos ante realidades que vuestras intolerancias no permiten descubrir, es vuestro problema.
Como si fuera un mantra, os seguís repitiendo en vuestras mentes cerradas, que la única verdad es la vuestra, y que todo aquello que desconocéis, forma parte de una mentira. Negáis las evidencias de ensayos sin ni siquiera abrir los ojos para verlos. NADIE os obliga a trataros con Medicinas Complementarias, quedaos con la convencional si os place pero no esperéis que os solucione todos vuestros males. Dejadnos tranquilos a los profesionales y RESPETAD el derecho de otros pacientes que sí quieren usarlas. Siento vergüenza ajena cuando veo el ridículo que hacen los que opinan sentando cátedra sin saber realmente de qué están hablando. Estamos en un mundo tan dicotómico y surrealista, que ahora son los periodistas, los informáticos o los cantantes los que hablan de ciencia.
La Sanidad pública española se resquebraja desde una Atención Primaria que, siendo la base de todo el sistema, es menospreciada y vapuleada. Menos cacerías contra profesionales formados y más medios para atender dignamente. A quien hay que perseguir es al intruso que sin formación pone su clínica para ganar dinero, a quien no trabaja por las horas que cobra, a quienes no están capacitados/as para pasar consulta o a quienes nunca tuvieron vocación. Propongo jubilaciones para quienes ya cansados tratan mal a sus pacientes y dejemos hueco para la savia nueva dispuesta a comerse el mundo. Persigan también a aquellos pacientes que están de baja pero siguen trabajando “en negro”, a aquellos que están siempre en las urgencias de hospitales sin tener más urgencia que sus prisas por acabar antes y, pongan más empeño en dotar de medios a los sanitarios que se dejan el aliento y se llevan contracturas a casa, cobrando mucho menos de lo que algunos puedan pensar.
Si después de 6 años de carrera, 3 de MIR, 3 Másteres y tantos cursos de formación que no me caben aquí, algunos se empeñan en decir que practico una pseudociencia, les diré que tengo de “pseuda” lo mismo que de rubia. La Unión Europea, la OMS y la lógica, recomiendan practicar una medicina integrativa y eso supone considerar las terapias tradicionales con evidencias más que suficientes para complementar una convencional con muchos déficits e iatrogenias.
Invito a la reflexión y a la tolerancia, dejen de meter gol en su propia puerta, luchemos todos contra los “delincuentes de la salud” y mejoraremos la Salud Mundial a un coste tan bajo que todo el mundo se la podrá permitir..-Diario 16.-Mónica Molner Andrés...
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